martes, 25 de diciembre de 2012

La caída de la televisión pública

Cuando contaba con apenas seis años, en la tele de mi casa teníamos dos canales, ambos de Televisión Española, "la tele de todos" decían. Además de contar con canales como telearagón (todavía en pie aunque sin rumbo fijo) y algunos que llegaban a través de la antena que teníamos puesta en el edificio (creo que se llamaba Televés)...era lo que había. Y era más que suficiente a los ojos de un niño. Era la época en la que se realizaban programas de interés para la opinión pública. Y sobre todo recuerdo programas educativos, infantiles, que eran bastante más productivos que la morralla que hay ahora en cualquier cadena, televisión española incluida. ¿Cuándo comenzó a estancarse la televisión pública? ¿Por qué se han hecho las cosas tan mal? ¿No había otra solución en vez de echar a la calle a novecientos y pico trabajadores de una cadena autonómica de más de veinte años de edad? ¿Se quiere salvar a la televisión pública o asesinarla?

Cuando una crisis tan fuerte como la que atraviesa el país necesita soluciones a muy corto plazo, no se puede empezar la casa por el tejado. Somos un país de pandereta en donde la mayoría de los medios de comunicación SIRVEN café y pastas a los poderosos. A los políticos. A la auténtica morralla. No se mira por los demás, ni se da tregua ni cuartelillo a lo que opine la gente, a los que pagan y pagamos por estas "cadenas públicas" manejadas al antojo de las empresas privatizadas. Hoy día nadie ofrece alternativas para intentar (pero intentarlo con un par, no tirando palabras al aire) revalorizar a la tele de siempre. Solo se piensa en el reparto de la pasta que les genera la publicidad, en mantener a los mismos cafres de siempre en primera plana, en subir sueldos a los de siempre, a costa de bajarlos a los de ahora, a los que entran en este mundo de la comunicación audiovisual con cierta ilusión (o mejor dicho, esperanza) y ven que si no te riges por cierto "lameculismo",por cierta línea editorial e ideológica de una cadena (caso de Telemadrid con su amada Aguirre), la llevas clara en el periodismo de hoy.

Porque el periodismo de hoy, en lo que a televisión pública se refiere, deja muchísimo que desear. Esta es una crítica personal, que no necesita de ningún vídeo o enlace a. Es lo que pienso desde fuera, y es lo que la frustración me hace escribir. Ya no tengo ilusión por esta profesión porque se perfectamente que va a ser muy muy difícil llegar. Por no hablar de la radio, mi principal objetivo laboral, y cada vez más lejano. Parece ser que no aprendemos de los errores pasados...más bien al contrario, la cagamos cada vez más ofreciendo carnaza en vez de periodismo. Y si hay que recortar pues ya se sabe, que paguen justos por pecadores, que esto es España, y la televisión pública "es de todos".

Feliz Navidad                                                                                                            José Luis R.

1 comentario:

  1. No hay que perder la ilusión porque esa es la base para dedicarse a esta profesión. Ya fuimos valientes al elegirla así que adelante!

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